Las bienaventuranzas son un conjunto de ocho declaraciones hechas por Jesús en el sermón del monte (Mateo 5:3-12) y que expresan las características y virtudes que deben tener los seguidores de Cristo. Aunque no son una oración específica por los necesitados, ofrecen una guía de cómo vivir en humildad, misericordia y justicia, y son una fuente de consuelo y esperanza para aquellos que sufren.
Además, existen varias oraciones que se utilizan en la tradición católica para pedir por los necesitados, como la oración de los fieles que se hace durante la Misa, en la que se incluyen peticiones por los enfermos, los pobres, los que sufren, entre otros. También está la oración de San Francisco de Asís, que pide por la paz y la ayuda a los necesitados:
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desesperación, esperanza;
donde haya oscuridad, luz;
donde haya tristeza, alegría.Oh, divino Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.Porque dando es como recibimos;
perdonando, como somos perdonados;
y muriendo, como nacemos a la vida eterna.
