San Antonio de Padua fue un sacerdote y teólogo portugués del siglo XIII, quien se unió a la Orden Franciscana y se convirtió en un gran predicador y taumaturgo.
Es conocido como el santo patrón de los pobres y de las personas que buscan objetos perdidos. También se le atribuyen muchos milagros y se le considera un gran intercesor en tiempos de necesidad.
La oración a San Antonio por algo perdido
Oh glorioso San Antonio,
tú que has sido bendecido con el poder de encontrar lo que se ha perdido,
ayúdame en este momento de necesidad.
Te suplico que me ayudes a encontrar
lo que he perdido [nombre de lo que se ha perdido].
Por favor, intercede por mí ante nuestro Señor Jesucristo
para que me conceda la gracia de encontrarlo,
y te prometo que compartiré mi alegría contigo y con otros.
Amén.
La oración a San Antonio en la liturgia
Hay una oración canónica a San Antonio que se recita en las liturgias de la Iglesia
Oh glorioso San Antonio, mi gran protector,
sé que estás en el cielo y que intercedes por mí ante el trono de Dios.
Por tu bondad y compasión, escucha mis peticiones
y ayúdame en todas mis necesidades,
especialmente en [mencionar aquí la petición].
Oh glorioso San Antonio,
por el amor que tenías por el Niño Jesús,
concédeme la gracia que tanto necesito
y protégeme de todos los peligros del cuerpo y del alma.
Amén.
